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Updated: December 17, 2020
Una de las decisiones más importantes que hay que tomar cuando se planea la primera visita a Tokio puede ser también una de las más básicas: ¿cuándo es la mejor época para ir? ¡La respuesta depende de ti!
Objetivamente hablando, en primavera y otoño se disfruta de las temperaturas más apacibles, y esto hace que sea más fácil desplazarse y ver lo máximo posible. Sin embargo, cada estación cuenta con su propio encanto, y puede que se ajuste más a ti. Antes de decidir cuándo venir, puede ser una buena idea informarse sobre los eventos e instalaciones que te interesan, además de comprobar la temperatura media de cada mes.
El invierno de Tokio puede ser extraordinariamente frío. Pero, si te abrigas bien y te provisionas con alguna bebida caliente o algún parche “calentamanos” (kairo), ¡no habrá nada que no puedas hacer!
Con la abdicación del Emperador Akihito y la ascensión del Emperador Naruhito en 2019, en los últimos años la Familia Imperial japonesa ha protagonizado con frecuencia los titulares. Las vacaciones de Año Nuevo proporcionan una oportunidad única al público general de ver a la Familia Imperial en el Palacio Imperial. ¡Prepárate para una gran multitud!
Los templos budistas y los santuarios sintoístas a menudo sirven de escenario de los eventos tradicionales japoneses. Hatsumode, o la primera visita del año a un templo o santuario, generalmente se realiza durante los primeros días del año nuevo. En febrero se celebra setsubun, un festival de lanzar alubias para expulsar lo maligno y atraer la buena fortuna. Los santuarios y templos, sean grandes o pequeños, reciben muchos visitantes durante esta época del año, pero el Templo Sensoji en Asakusa es especialmente popular. Tanto el hatsumode como el setsubun son eventos únicos de Japón que no podrás ver en ninguna otra época del año.
© Sensoji Temple
Si eres un fan de los edificios altos con grandes vistas, el invierno es una época excelente para subir a la TOKYO SKYTREE o la Tokyo Tower. Comparado con el resto del año, el cielo está relativamente claro, y esto significa que los visitantes con suerte ¡podrán llegar a ver el monte Fuji y más allá!
Las instalaciones de luces, llamadas “illuminations” en japonés, generalmente comienzan a aparecer después de Halloween y terminan a mediados de febrero. Las iluminaciones pueden iluminar de modo extraordinariamente la negra noche, y convertirse en un modo excelente de pasar una romántica velada con tu ser querido. Las áreas como Roppongi y Shibuya son especialmente famosas por su iluminación.
Con máximas de solo 10 grados y mínimas de unos 2 grados, seguro que desearás traerte ropa cálida si viajas a Tokio en invierno. Vestir varias capas de ropa es lo mejor ya que, aunque en el exterior haga frío, en el tren y las tiendas suele hacer calorcito. Si bien la nieve no es frecuente en Tokio, hay muchos días de lluvia, así que es prudente llevar un paraguas plegable. Y al igual que en cualquier otra estación del año, llevar calzado cómodo es absolutamente imprescindible. ¡En invierno, asegúrate de que sea cálido!
Después de un largo invierno, la primavera trae días más cálidos y la anhelada temporada de floración de los cerezos. En Japón, la primavera es una época de cambios y nuevo crecimiento. Abril señala el principio del calendario académico japonés y son muchos los que se incorporan a las empresas en este mes. Aprovecha el agradable tiempo primaveral pasando mucho tiempo al aire libre, ¡haciendo amigos mientras disfrutas del hanami!
Las flores de los cerezos, con sus suaves pétalos rosas, son un símbolo de la llegada de la primavera. Amigos, familias y compañeros de trabajo suelen organizar picnics bajo los cerezos en flor, y disfrutan comiendo y bebiendo mientras admiran las flores, una actividad conocida como hanami. Además de las flores de cerezo, otras flores primaverales que puedes ver son las de ciruelo, canola, azalea y glicinia.
En Japón, se da la casualidad de que la primavera coincide con la temporada alta de las fresas. Prefieras recogerlas tú mismo, o simplemente desees comer tantas fresas dulces como sea posible, Tokio te lo ofrece.
Puedes recoger fresas tú mismo en Setagaya, un distrito que forma parte del centro de Tokio, o en la región suburbana de Tama al oeste. Si lo único que te interesa es comértelas, puedes elegir entre una variedad de opciones de barra libre de fresas en los hoteles en el centro de Tokio.
La primavera trae un tiempo más suave, apropiado para llevar camisetas y vaqueros, pero si vas a pasar tiempo en la sombra o pasear de noche, ¡llevar una chaqueta es absolutamente imprescindible! Las máximas y las mínimas varían considerablemente entre marzo y mayo, así que asegúrate de informarte sobre el periodo concreto de tu estancia.
El verano en Tokio es caluroso, húmedo y a veces increíblemente lluvioso. Si no te importa sudar un poco ni el pegajoso bochorno, hay un montón de divertidos eventos veraniegos que puedes disfrutar.
Incluso en Tokio central, encontrarás playas para disfrutar junto a la bahía de Tokio en Odaiba, Kasai-Rinkaikoen y otros lugares. Pero si buscas aguas cristalinas, ver a los delfines y grandes olas, explora las playas del sur de Tokio, en el Pacífico, incluyendo las Islas de Izu, algunas de las cuales están muy bien comunicadas, así como las más lejanas y más exóticas Islas de Ogasawara.
Japón cuenta con festivales de fuegos artificiales veraniegos estupendos. El más famoso es el Festival de Fuegos Artificiales del río Sumida. Para vivir una experiencia realmente japonesa, ¡ponte un yukata (una bata ligera de algodón) para disfrutar del festival con estilo! Los festivales japoneses, o matsuri, son otra señal que indica verano. Son una excelente oportunidad de probar la comida callejera japonesa, como el takoyaki o la yakisoba. Para refrescarte en las noches calurosas, prueba el hielo raspado o kakigori. El kakigori de lujo está disfrutando de una enorme popularidad, y un cono multicolor de refrescante nieve estival se convierte en una foto genial para compartir en Instagram y en las otras redes sociales.
Con máximas en la treintena de grados centígrados y mínimas que rondan los 25 grados, el verano en Tokio es indudablemente caluroso. Viste ligero, pero cúbrete la piel para protegerla de los rayos UV dañinos. Durante la temporada de lluvias, o tsuyu, en junio, es absolutamente imprescindible llevar un paraguas robusto.
La vuelta a un tiempo más suave significa que ¡llega la hora de disfrutar de nuevo del aire libre! Disfruta del tiempo más fresco y del impresionante follaje otoñal de Tokio antes de la caída de las hojas de los árboles.
Tokio cuenta con una imponente selección de parques temáticos de talla mundial que pueden disfrutarse en cualquier estación. En muchos de ellos, una particularidad especial en otoño es la oportunidad de experimentar algún evento de Halloween al estilo japonés.
Los 23 distritos, el Parque Inokashira y Shinjuku Gyoen ofrecen vistas del follaje otoñal. Si deseas aventurarte más lejos, el monte Takao goza de vistas soberbias y, para los que se sienten especialmente aventureros, rutas de senderismo.
Shokuyoku no aki, literalmente “el apetito del otoño”, es una popular frase japonesa utilizada para referirse a la glotonería crónica que acompaña al otoño en Japón. ¡No dejes de probar la fruta japonesa recién cosechada, como la uva o las manzanas, durante el otoño! Las bondades del otoño también incluyen la paparda del Pacífico, así como muchos tipos de setas y, a medida que las temperaturas se vuelven más frías, no hay nada que supere a las delicias de oden cocidas a fuego lento ni los platos de olla para calentar el cuerpo y el alma.
Al igual que en primavera, las temperaturas varían enormemente entre principios y finales de otoño. Lleva ropa cómoda y ¡no te olvides de llevar un abrigo! También presta atención a la predicción del tiempo ya que, entre septiembre u octubre, es posible que pase algún tifón.
Cada estación te ofrece ventajas únicas en tu visita a Tokio que la diferencian de las demás. Y por supuesto, cuenta con atracciones e instalaciones que pueden visitarse en cualquier época del año, como son museos y el mercado de pescado. ¡Elijas la estación que elijas, no te faltarán cosas para hacer o ver!